Aula Vacía [Zona de Rol]

Después de un momento me tumbo otra vez al lado de Cath. Parece que me concede una tregua.

- Somos como dos niños de campamento. - Comento alzando una mano y señalando un punto cualquiera del techo. - Ahí está la Osa Mayor.

Me siento satisfecho cuando Cath se ríe. Creo que es la primera vez que lo consigo.

- Si, y el bueno de Orión. Me pregunto si no se aburrirán ahí arriba.

Ahora el que se ríe soy yo.

- Gracias, Cath. Yo también te quiero. - Digo mordaz.

- Bueno, según las leyendas la diosa Artemisa se enamoró de Orión un día que le vio cazando en un bosque. Artemisa era buena con el arco y se ve que le ponía eso de encontrar a otro arquero con quien compartir experiencias. - Sonrío pensando en lo que diría Sarah si me oyera añadir tintes verdes a su historia. - El caso es que se enamoró, y Apolo, hermano de Artemisa, se puso tan celoso que hizo una apuesta con su hermana: le dijo que seguro que no era capaz de acertar a un blanco que estuviera muy muy lejos. Artemisa aceptó la apuesta y su hermano la llevó a un bosque en el que Orión estaba cazando. Le señaló unas hojas que se movían y le dijo: acierta a ese animal. Ella disparó y dio en la diana. Cuando se acercó y descubrió que había matado al amor de su vida decidió ponerlo en el cielo para verlo siempre, y acordarse de él.

Mi voz no es gran cosa contando historias, pero bueno.

Asiento y me quedo en silencio unos minutos.

- Claro que aquella vez fue bajo las estrellas de verdad, y no mirando un techo. - Sonrío.

La miro de reojo.

- Una chica. - Digo quitándole importancia.

Sonrío cuando veo que me da tregua otra vez. Supongo que empezamos a conocer el terreno vedado del otro.
Me incorporo.

- Creo que iré a mi habitación. - Le digo. - No puedo dar esquinazo a mi hermana para siempre.

Despido a Cath con un gesto y salgo.