El Claro [Zona de Rol]

Caminando sin rumbo llego aquí con Cath. Me meto las manos en los bolsillos del vaquero como siempre que no sé qué hacer con ellas y miro a la chica.

- Verás. - Empiezo, sin saber bien por dónde. - Yo... bueno, que eso de ser tan cerdo... Siento si te he ofendido. En realidad era algo así como una broma, a la gente suele hacerle gracia y ya está, pero tú... no sé, tú pareces querer darme un puñetazo cada vez que abro la boca.

La miro pensando que no me cree ni una palabra. Es lo malo de hacerse el pervertido, supongo. Tampoco es que me quite el sueño lo que los demás piensen de mí.

- A veces es más adulto reírse que dar puñetazos. - Contesto simplemente.

Lo que no sé hacer de ninguna de las maneras es discutir, ni estarme serio por mucho tiempo. Sonrío.

- Eso es verdad. - Contesto cuando dice que se le da mal hablar. - Pero a mí también, así que no es problema.

Me siento algo incómodo así. Es la primera chica con la que relajo un poco el tono cerdo desde hace casi un año. Por otra parte, es como volver a casa.

- Solo quiero decirte que no soy mal tío. De verdad. Y que sé lo que es pasarlo mal y estar solo. - Vaya discurso. - Me refiero a que puedes contar conmigo, Cath, aunque supongo que no querrás sincerarte con alguien como yo.

Me río y la miro.

- En fin, yo ya he cumplido mi buena acción de día ofreciéndotelo. Soy un buen boy scout. - Bromeo.

Me encojo de hombros. Recibir agradecimientos no es cosa mia.

- No lo cuentes por ahí ni de coña. - Le advierto. - Haz como que no sabes nada: yo seguiré siendo un cerdo y tú una chica que quiere darme un puñetazo.

Suelto una risita mal disimulada y la veo caminar por ahí.

- Aunque sigo pensando que necesitas marcha. - Comento como quien no quiere la cosa.

Miro a derecha e izquierda y finalmente me señalo.

- Aquí

- Oh, hay varios itinerarios según la personalidad de la chica en cuestión. - Aseguro. - Primero está la cena romántica que acaba en dormitorio, luego el baño en el lago que acaba en dormitorio, luego la discoteca que acaba en dormitorio y finalmente el dormitorio a secas. - Enumero.

Sonrío de medio lado y espero a que elija una de todas mis suculentas ofertas.