La Entrada del Bosque [Zona de Rol]

Entro caminando con aire despreocupado. La luz y las sombras juegan con los árboles. Los miro, pero no me detengo demasiado. Sigo mi ritmo mientras camino por la entrada del bosque. Calor, frío, humedad no era algo de lo que me tenía que preocupar. Solamente doy un paso tras otro mientras trato de pensar en cualquier cosa salvo fumar.
De repente, algo capta mi atención. Era un aroma casi tan irresistible, como si se tratara del mejor vino y el mas añejo. Mis pupilas se dilatan, mis manos se tensan, mi espalda se eriza y mis pies sienten el suelo como si nada me separara. El aroma provenía en dirección Este, posiblemente era un oso. Mi nariz comienza a captar el aroma con más fuerza que antes. Sin pensármelo dos veces, me dejo llevar. Comienzo una carrera, los árboles perdían su forma a la velocidad que los sorteaba. Las criaturas apenas me captaban mientras en mi mente solo había lugar para una cosa, la caza, y la sangre. A medida que me acerco, el calor y la llama en mi garganta aumentan. La sed de torna insoportable, ansiosa. Finalmente llego frente al gran animal. Sin rodeos, me lanzo sobre su lomo, girando sobre mi misma dándo contra su yugular. Cuando mis colmillos rasgan su piel, la sangre comienza a fluir, al mismo tiempo que mi pozoña entra y paraliza el cuerpo del animal. Bebo hasta que mi garganta deja de arder. Me alejo, y veo la escena, más calmada. Decido regresar al instituto, una vez que termino la cacería.