Habitación de Níobe Williams

Agarré su rostro con una mano con suavidad, sonriendo

-Tú eres lo mejor que me a pasado en mi vida...-Susurré y al poco deposité un dulce y cálido beso en sus labios

-No me gustaría volver jamás a una situación como esa, contigo... Jamás...-Susurré esa última palabra, destacándola de las demás

-Eres demasiado valiosa para mi vida, y no quiero perderte...

-Y yo a ti...-Dije, con una sonrisa

-¿Te apetece dar una vuelta?-Le pregunto, acariciando su mejilla

Me desperté abriendo lentamente los ojos y encontré a mi lado a Níobe, sonreí levemente

-Oh... Qué mona eres cuando duermes...-Acaricio su mejilla con suavidad mirándola, sin saber si me escucharía o no. Besé múltiples veces sus labios

-Supongo que esta noche no hará falta nada... No me quedaré dormido esta vez-Digo, con una gran sonrisa, mirándola, acariciando su mejilla

-Pues ahora te digo yo, procura tu no quedarte dormida si no quieres ser mi muñeca... Ya me entiendes -Bromeo con una sonrisa, dándole un suave beso en su labio inferior

-No... Yo tampoco quiero que te duermas... Quiero disfrutar de tu compañía junto a mí. Eso sí, despierta -Le respondo con una sonrisa notando como me susurraba en el oido, para al poco deslizar sus labios por mis mejillas hasta que llegaba a mi comisura, cuando ella me besó ladeé un poco más la cabeza, rozando mis labios con los suyos, y mirándola a los ojos con una sonrisa pícara

Deslicé mis manos por su espalda hasta entrelazarlos en su cadera. Agarré mis manos entrelazando mis dedos para abrazarla, sin apartar mi mirada de la suya. Dí un apretón juntándola con mi cuerpo, apegando el suyo con el mío. Deslicé mis labios a los suyos dándole un suave beso y después deslizarlos por sus mejillas hasta llegar a su oido

-Níobe... Me encanta cuando tu mirada se ''enciende''-Digo, con una leve sonrisa. Le lancé en el oido un suave soplido y le mordí el lóbulo de su oido, para después lamer con la punta de mi lengua su pabellón