Las calles del pueblo [Zona de Rol]

La mire sonriendo y bese una vez mas su mejilla antes de que se fuese.
- Adios cariño...
Le sonrei y vi a Alex empanado, sali de alli.

Llego en la moto a las calles del pueblo, aparco justo en la acera, me tumbo en la moto pensativo mirando hacia el cielo.

Giro la cabeza hacia el lado de donde viene la voz y seguidamente un golpe, ya empezaba a reconocer quien era xD
-Hola elisa (sonrio)
La ayudo a levantarse

correspondo el abrazo.
-Bien, o eso creo.
Dgo on amabilidad

-De acuerdo
Asiento sonriendo, me acerco a la moto cogiendo las llaves y poniendolas justo en mi bolsillo, pongo varios candados a las ruedas dejandola enganchada a uno de los poste de la luz.

Camino por las calles sin ningún rumbo. Se escuchan miz zapatos repicar contra los adoquines, pero no me molesto. Ya estaba oscureciendo, y tal vez consiguiera algo interesante que pasara por ahí.

ME percato de alguien más, un olor familiar.
-Buenas noches presa ¿Ya hiciste tu testamento?
Sonrío, me giro y le doy la espalda para seguir caminando.

-Claro.. todos mis bienes se entierran conmigo - sonrie y la sigue, rodeandola con los brazos por detrás. -¿A donde crees que vas? - susurra mordiendo su lobulo.

-Que..egoista contigo mismo. Solo bienes materiales, esos se pierden ¿Dónde dejarás a tu ego?
Siento sus manos en mi cintura y me detengo. Pero no me giro hacia él. Me estremezco cuando me muerde.
-Mi ego necesitaba estimulación, salí a buscar un poco. Y todavía no lo encuentro.
Sonrío.

Clavo mis ojos azules en los suyos.
-Pasión por algo. Sentirme libre. Escapar del resto. Mi ego es grande pero debo cuidarlo.
Sonrío de lado Me detengo al ver que no me sostiene más.
-Pero la mente puede engañarnos, debes buscar algo más seguro.

-Y pasarás de ser a no ser. No puedes ser y no ser al mismo tiempo.
Camino hasta él.
-Y tienes que ser si quieres besarme. No me gustan quienes andan perdidos sin saber quienes son o que hacen parados sobre sus pies ¿Tu quién eres?

Asiente y acaricia su brazo con el dorso de la mano mirandola a ella. -Un sádico incomprendido - responde arqueando una ceja y acortando la distancia de sus rostros. -y que hay de ti?

-Una mujer que no busca ser comprendida ¿Soy merecedora de tus besos?
Susurro a su oído, con mi nariz rozo la línea de su mandívula hasta dejar mi rostro frente al suyo.
-Creo que no...

-Me alegra de que así sea.
Me acerco atraída por su fuerza. Le beso, sintiendo la tibieza de sus labios contra los mios gélidos.Apoyo mis manos en su pecho, acercándome a él.
-Mejor, no cambiaré mi filosofía.
Presiono mis labios contra los suyos.