El Jardín Trasero [Zona de Rol]

Recuerdo del primer mensaje :

-no se regalan-sonrio-son mis niños...-miro a madeleine-si, son mis hijos-sonrio

Entro caminando sosteniendo los chicles. Las mañanas y los mediodias eran horribles.
-Hola. Hey Z.
Miro a Kartik
-¿Te creció el pelo o se te achico la cabeza?
Le sonrío.

Me desempano. Miro a Maddie y suspiro.
-Soy Nick- me presento a la gente que no conocía.

Miro a Kartil mientras intento abrir un chicle que termino rompiendo.
-Alex, ¿No me digas que otra jaqueca romió tu memoria? Teniamos un trato.
Suspiro, miro a los que saludan.
-Alex, hija de Amber.

Río al escuchar de Kartik.
-Claro que no, solamente se acuerda de las brujas. Si que fui leve con el insulto.
Ruedo los ojos imitándola, miro de nuevo al chico.
-Creo que tu eres el confundido, no yo.
Digo en un susurro, harta comienzo a buscar un cigarrillo sin encontrarlo. Saco un encendedor pero en ese momento no servía de nada. Miro a Z, tratando de controlar el genio.
-San Valentín de caza, el oso pardo es un gran amante.
Le sonrío falsamente.
-Mamá en las Vegas con Ariadna. Le regalo un Porsche, MI Porsche.

Escucho a Kartik, si que estaba cambiado. Pero no era quien para juzgar.
-Como digas, tengo mejores cosas que hacer. Como intentar no caer en el vicio. Luego en mi lista si, viene confundirte.
Digo suspirando, me alejo un poco dejándome caer contra un tronco cerrándo los ojos. Tenía que controlarme.
-Que larga que es la vida, un desperdicio.
Pienso en voz alta. Miro a Z.
-Si, no necesito nada no tegastes. Y Maddie, quédate tranquila, no necesito tu pésame, pero creo que tu necesitas calmar tus hormonitas.

Suspiro y me quedo mirando la conversación.

Cierro los ojos, pero notaba sus esfuerzos por recordar todo. No estaba mintiendo, realmente no sabía nada. Lo miro tratando de ser lo más dulce que podía. Demasiado dificil.
-Kartik...deja de pensar, das miedo.
Digo volviendo a cerrar los ojos.
-Perteneces al internado Ways, viniste con ellos.
Miro a Maddie.
-Ellas tal vez estén bien. Pero tus nervios están de punta niña.
Digo sin darle importancia, por el mero hecho de responder.