Las calles del pueblo [Zona de Rol]

*Solte un suspiro y sali de alli*

Oigo unos pasos y voy a dar gracias al cielo cuando me giro y descubro a Catherine. La amable, simpática y sociable Catherine.

- Eh, hola. - Saludo sonriente. - ¿Qué haces aquí?

Le respondería que soy más experto en quitar ropa que en ponerla, pero algo me dice que Catherine no es de las que se toman bien esa clase de chistes.

- El otro día vine a compar unos zapatos. - Le digo. - Si quieres te llevo a la misma calle, había algunas tiendas.

Ignoro la segunda pregunta que me hace y me encojo de hombros por toda respuesta. ¿Qué hago aquí? Nada en especial.

Le hago un gesto de cabeza para que me siga y echo a andar en cuanto se pone a mi altura.

- ¿A ti no te da la impresión de que esto está un poco muerto? - Le pregunto refiriéndome al Internado. - No he visto a casi nadie desde que llegué.

Camino junto a ella hasta llegar a las tiendas y espero cuando se detiene ante algún escaparate.

- Oye, no soy tan mala elección. - Rectifico. - Lo que pasa es que me has cogido manía injustamente.

Me río entre dientes y meto las manos en los bolsillos de mi cazadora.

No es que sea masoca y tenga especial interés en perseguir a una chica que me habla como si fuera un estropajo, pero su último comentario despierta mi curiosidad.

- ¿Y eso por qué? - Pregunto. - ¿Qué te ha hecho el mundo?

- Todo el mundo tiene problemas. - Comento.

Por una vez estoy serio.

- Pero eso no quiere decir que la vida no sea bonita. Solo tenemos una, y desperdiciarla es una falta de respeto hacia las personas que ya no están aquí.

Quizá haya sonado un poco borde, pero es un tema que me toca de cerca. Frunzo el ceño y finjo mirar detenidamente un vestido azul.

Niego con la cabeza bruscamente.

- Nunca, ni un solo día. Vivir es un regalo y da igual que duela, eso forma parte de la vida.

Dulcifico algo el gesto y miro a Catherine.

- ¿Qué es eso tan terrible que te ha pasado?

Entiendo que no quiera contarme el problema... yo tampoco pienso hablar de Sarah.

- Eres fuerte. - Le digo. - Y los demás pueden ayudarte, pero no convencerte de que debes vivir tu vida si tú no quieres hacerlo.

Le aprieto un hombro en señal de apoyo.

- Te dejo tranquila, pero si alguna vez quieres hablar... bueno, estaré por ahí.

Me despido con la cabeza y me marcho pensativo.

llego a las calles del pueblo con algo de comida al fin aunque no me encontraba del todo bien pero lo disimulaba. me fijo en un coche y me acerco veo a zodiak dentro y doy un golpecito en el techo
-hey. menudo carro brother-