La Sala de Estar [Zona de Rol]

Entro para decirle algo más a Amber, no sabía si seguiría allí. Abro la puerta con fuerza y veo que había alguien más. Me detengo en sus pesadas maletas que arrastraba por el piso roído de madera. Escucho el piano, era...meloso, pero a la vez, encantaba.
-Hola nuevo.
Paseo mis pies por el lugar, un poco distraída con lo que me rodeaba. Me detengo en una gran araña y la miro fascinada. Luego sigo escuchando como toda el chico. Sin mirarle, me dan ganas de buscar las zapatillas de ballet.
-Tocas bien.

Le sonrío cuando me saluda. Mientras me dejo llevar por la música. Me detengo abruptamente cuando el chico deja de tocar. Le miro, parecía tímido y que le costaba algo desenvolverse. Pero no tenía prisa, tenía toda la eternidad para esperar por lo que hablo tranquila y relajada.
-Lamento interrumpirte ¿Te gusta la música?
Me giro para poder verle. Sonrío nuevamente, tratando de ser....por lo menos tratando de que no me odie mucho.
-Alex.

Obrservo y me percato como sigue cada uno de los movimientos de mi cuerpo. El también era vampiro por su aroma, y de seguro sus movimientos serían gráciles. Siempre los odie. Odiaba muchas veces la perfección que nos daban estos genes de, montruos. Escucho al chico, su voz era rasposa.
-Ayuda a expresarnos, sin usar las palabras. Es grandiosa.
Le vuelvo a sonreir mientras me paseo por la sala, no quería incomodarlo si me detenía para admirarlo bien. Por lo que decido pasear la vista por el lugar.
-Ilaiya.
Digo pronunciándolo fonéticamente, con voz aterciopelada.. Elijah era un nombre interesante, genial.
-Me gusta tu nombre, pero me quedo con la música.

Esucho el La, era tocado con fuerza, sin cuidado. Supongo que lo había ofendido o estaba carraspeando de enojado. Suspiro y le miro.
-A mi me gusta. Entonces ¿Cómo hubieras querido llamarte?

Escucho como presiona otra tecla, esta con mas suavidad que el La. Sonrío de lado cuanod dice lo de mi nombre. Ese día estaba increíblemente calmada.
-Alex es de hombre, pero no me quejo.
Me encojo de hombres mientras vuelvo a mirar la gran Sala.
-¿Sabes tocar el bajo?