La Orilla del Lago [Zona de Rol]

-¿Has estado en Venecia? -me interese.- Yo casi no lo recuerdo...
El sonido de unos pasos y el saludo de Alice me advirtieron de que había alguien más con nosotros. Me volví a medias para ver quien era.
-Hola -saludé.

Vi a lo lejos a un chico que se acomodaba en una roca para ver el horizonte y lo saludé con una sonrisa.

-¿Cómo es? -me interesé.- ¿Cómo lo recuerdas?
Sentía muchísimo interés por aquel lugar, ya que era donde mi madre había llegado a la Tierra y donde me habían dado a luz.
Al cabo de un momento, el chico al que había visto ir a sentarse en la roca se acercó a saludar.
-Hola, muy bien ¿y tú' Yo soy Chelsea, pero llamame Chels -dije.

Suspiré, soñadora. ¿Cuántas veces había suplicado a mi padre que me llevase allí? Pero él siempre estaba demasiado ocupado para llevarme.
- Lo poco que recuerdo es como tú dices...mi madre tambien era de allí, y mi padre dice que es un lugar casi mágico.
Le sonreí a Dexter.
-¿Tú tambien has estado?

-Parece que todo el mundo visita Venecia -rei entre dientes.- De manera consciente o inconsciente -añadí, casi para mí. Sacudí la cabeza-. Con razón allí nacieron grandes genios del arte.
Llegó una chica más que se acercó a saludar.
-Hola -le dije.- Yo soy Chels, ¿qué tal?

Miré con curiosidad a la recien llegada tratando de no arecer maleducada. Algo en ella me desconcertaba..no era humana, y un vampiro tampoco. ¿Qué era entonces? Además, me producía una sensación de familiaridad.
-Encantada, Zoey -me remordí por dentro, pensando que sería una grosería por mi parte el preguntarle qué era...
Aguardé a la respuesta de Dexter, aunque mis edades eran muy parecidas en realidad.

-Yo 16 aparentes y 20 totales -repuse.
Me alegré de que el lo preguntase, ya que así podría descubrir qué era Zoey sin tener que preguntarlo yo.
-Yo por lo menos sí...

- Vampiresa, 200 años. Aparentes, 17 - río ¿tu?

Sonrío.
- Asi que humano... - sonrío - Lo sabía - río - Hueles como todos los humanos - río

Entonces me quedé con los ojos muy abiertos. ¡Acababa de encontrarme con otro ángel! Sonreí levemente, Alice tenía razón. Había recorrido la mayor parte del mundo y no me había tropezado con ninguno, y allí en mi primer día ya me tropezaba con una.
-em...yo tambien soy un ángel -dije con retraso.
-Vaya, Alice...no me esperaba tantos -reí.- No es justo...soy la más pequeña...¿por qué siempre me toca a mi? -me quejé en broma.