El Bosque [Zona de Rol]

-Hay cosas que no se peuden decir con palabras. Tal vez vivas tu para contarlo.
Le sonrío mientras le hago una trenza a Rox.
-Los opuestos se atraen, peor nadie tiene un dicho para lso parecidos. Es que somos personas tan detestables que solo nso sentimos cómodos con un igual por así decirlo.
Me encojod e hombros.
-Herido ¿Rox, te rompí algo? Puedes invitarnos unos tragos y es lo mismo.

-Bien que no me odiabas. Pedias mas y mas.
Abrazo a Rox.
-¿Tu me odias? O vamos, yo que te doy documentos falsos, coches deportivos. Te meto en el mundo ilegal, imposible no odiarme.

Fdr: Cena

-¿Y qué me dices de un par rubio? Un asola es una zorra, dos juntas, es diversión.
Río entre dientes agarrada a Rox.
-Es que tu humanita, eres mi remedio contra la hipocrecía. Y no me tienes miedo, la única. O tal vez...es que estas enamorada de mi.
Sonrío y miro a Dexter.
-¿Tu y yo fogosos? No lo sé, habrá que ver luego de unso tragos ¿Apostamos, o tu ego no te permite perder?


Fdr: Regreso en 20 T_T

FDR: vaya que ocupada jajaja

rei entre dientes. - la pena de cuando se juntan a lo imán esque después cuesta separarlos- apunté.

- que bonito, soy tu medicina sonrei de lado- yo no puedo enamorarme, no valgo para eso, pero a lo mejor solo estoy contigo por nuestras aventuras nocturnas - bromee. ---me desasi del abrazo,- bueno angelitos, me tengo que ir ya- les di un pio a los dos y sali

-Adios amor de mi vida. Las noches osnnuestras.
La despido riendo, miro a Dexter.
-¿Como clasificarías mi recompensa?¿Hablaste con alguien más de por aquí? Hey, deja a Rox viva. Es la única que vale la pena conocer.

Fdr: Es que estoy yendo a tu casa xD

-Un crimen pasional es la peor de ls acciones. Mantente alejado.
Le sonrío mientras miro como se acerca.
-Cuidado donde pones tu próximo paso, podría ser el último.
Un deje de maldad cruza mi rostro.
-No es pasar una noche conmigo, es que me piense si podría llegar a pasar una noche contigo. No veo al sexo como algo que se regale. Prefiero bueno, poco y calidad. ¿Cumples esas expectativas?
Alzo una ceja.
-¿La chica tampoco? Que raro. ¿Rubia, pedante y zorra?

-Todas son así. O era Lara, o Alice. Todas aquí tienen abiertas las piernas las 25 Hs.
Miro como se acerca acortando la distancia.
-Me tientas, pero no en el buen sentido. Retira ese paso si quieres seguir con tu ego.
Alzo una ceja, mi sonrisa daba miedo.
-Si tu abusas de mi ¿No dejaré de ser exclusiva?¿Pasaría a ser pedante?
Muerdo mi labio inferior.

-Le deseo nubla la razón del hombre. Tu lo eres, yo no.
Digo tranquila mirando como me mira con un deje de deseo.
-Si lo fuera, no estarías aquí hablándome según tu filosofia.
Sonrío de lado mientras me acerco a él. Me detengo a unos centímetros.
-¿Pero que pasará cuando vuelvas a él? Nunca hables de lo que piensa una mujer, eso es peligroso.

Siento sus labios, su calro contra los mios. La sangre de sus labios me hacen desearle más de lo que mi mente quería, pero logro controlarme. En un deje de razón lo aparto de mi.
-¿Pero estás loco? ¿Cómo diablos te atrebes a besarme?
Le gruño, cerrando los puños.
-Eres un simple humano, nada más. No puedes, tu no...
Antes de terminar la frase me acerco a él y le beso con intensidad, atrayéndolo hacia mi.

Apoyo mi espalda contra el tronco, curvando mis labios hasta formar una sonrisa. Lo beso, mordiéndole el labio inferior con cuidado. Paso mis manos por un corto pelo y lo atraigo contra mi. encerrándome contra el tronco.

Su calor, su aliento dentro de mi eran imposibles de resistir. Recorro con la punta de mi lengua la forma de sus labios y me deslizo hacia abajo, besando su cuello. Muerdo a veces, con cuidado pero dejándole marcas, tratando de absorver su calor. Mientras mis manos, bajan y suben lentamente por su espalda, pegándome a él.
-Ve con cuidado...chico.
Sonrío mientras vuelvo a besar su cuello.

Siento como se estremece, pero recién estaba comenzando. Lamo su cuello, desde su clavícula, siguiendo su curvatura hasta debajo de su mentón. Sintiendo su risa, exalo sobre su cuello. Cuando entrelaza sus dedos sigo su movimiento, besándolo de nuevo. Jugando con su lengua cálida. Siento sus manos, recorrer mi cuerpo terso como la seda, y frío como el hielo. Su calor era placentero, libero un mínimo jadeo mientras recorro con mis labios su línea de la mandívula, llegando a su oído para susurrarle con voz sensual.
-¿Vale la pena el premio?
Antes de que responda muerdo el lóbulo de su oreja, pegando mi cuerpo al suyo.