Los jardines [Zona de Rol]

-Asi me gusta, perro.
Me estiro y rozo su mejilla con mis labios.
-Imagina que te mordía el cuello chucho.
Sonrío y le beso la mejilla.
-Miren quien ha despertado ¿Te gustan las colecciones de orquídeas?
Río ante lo que dice Misa.
-Entre este y el que te compara con un anfibio, no se con cual quedarme.

Se queda quieto al sentir lo que hace Alex y da un paso al costado mientras mira de reojo a la chica que vuela. -Hagan un número de circo o algo -

-Saca los cuchillos y comienza a apuntarnos. ¿No sería tu fantasía?
Me muerdo el labio inferior mirando a Dexter. Luego paso al hada.
-Mi tío es el mejor. Además, este humano tiene exclusividad.
Sonrío mientras mi mirada pasea por el cielo completamente oscuro.
-Los vampiros son los mejores amantes, pero ahora como pasaste de hablar y adorar a las flores a esto, no lo se. No creo que seas un hada madrina.
Mientras hablo sigo con mis dedos despacio la silueta de los huesos del esternón.

Niega con la cabeza mirando a Alex. -No.. paso de las masacres - sonrie ampliamente y mira su esternón por un momento, volviendo su mirada a Misa. -Hada del qué?.. ¿Para que sirven ustedes? -pregunta alzando las cejas.

-Tienen polvo mágico, pero no es droga. Lamento decepsionarte.
Miro mis uñas para volver a mirar el cielo.
-Las hadas madrinas son gordas, y huelen mal. No te veo como una...todavía. espera unos mil años más.

-Harás que me sonroje.
Le sonrío mientras clavo mis ojos azules en él un rato.
-Silénciate que soy a Diller, pero nadie puede saberlo.
Apoyo el dedo índice helaod sobre sus labios haciendo gesto de silencio. Escucho a Misa hablar.
-Si todos fuésemos hadas y vampiros, las fábricas de botox estarían es las ruinas ¿Dexter como abuelo? Tendrías que regalarle tijeras de plástico a tus nietos ¿Podrás rebajarte a ese nivel?
Camibo la mirada del hada al humano todavía en contacto con él.

-Con uno me alcanza, pero no creo que me sobre.
Retiro el dedo cuando lo muerde, divertida. Le hubiese mordido el cuello pero recuerdo el pequeño problema de mi raza.
-Que no eres vampiro Dexter, cielos ¿Cuántas veces debo repetírtelo?
Le sonrío mientras rozo su cuello con el dedo que me mordió. Giro hacia Misa para no darle la espalda.
-Es un testarudo, haz como si no estuviese. ¿Y cuánto tiempo le calculas que te llevará controlar los 5 elemntos? A los vampiros la mente más de 100 años fácil.
Miro de reojo a la otra.
-No te perdiste de nada, pero ya nos conseguí cena.

-Déjame comprobarlo.
Me giro rápido y presiono mis labios contra lso de Dexter. Me separo a los segundos.
-Demasiado dulce para mi gusto.
Sonrío hacia él todabía apoyando mi mano en su cuello. Vuelvo a ponerme de frente para no dar la espalda.
-Pero no pienso compartirlo. Soy demasiado egoísta, aunque si me das algo a cambio podríamos negociarlo. Cementerio, no tendrás ese honor. Adios hada.

-Sino hay competencia tampoco me llama.
Dejo caer mi mano y miro el cielo algo distraída.
-Ningún humano llama mucho por aquí. Los ebrios de los bares, pero solo por la absenta en su sangre, que desperdicio. Sino, ni ebria dan ganas.

-Adios.
Cuando veo que se marcha y quedamos solos me acerco con las manos pegadas a mi espalda hacia Dexter.
-Tu cuarto, cuchillos.
Mientras hablo comienzo a susurrarle la escena caminando despacio a su alrededor.
-Tu, y yo. Con encaje negro, todo oscuro salvo por una vela. Grandes espejos, sangre por doquier.