El Sótano [Zona de Rol]

-Soy buena si me lo propongo, y soy aún mejor sino lo hago.
Hago una sonrisa burlona mientras comienzo con los masajes.
-Lamento decirte que yo sola hago los pactos. Aunque me gusta el tuyo.
Me agacho y beso su hombro.
-Sobre todo porque me gusta robar besos.

-No cumplo ordenes de nadie, ni siquiera de mi grupo de alcoholicos anonimos. Dame una buena razón para cumplir las tuyas.
Le sonrío mientras sigo.
-Vale, los dos con los pactos y yo...
Me agacho besándole detrás de la oreja.
-Te robo besos, luego subiré al nivel de dinero, y terminarpe por robarte tu virginidad. A menos de que ya este ocupada.
Rompo a reir.

-¿Me harás ganarmelo? Que malvado. Descuida, a mi tío le sobra dinero, y nada le gusta más que consentir a sus sobrinas.
Río.
-Ya tendré que trabajar en serio, no quiero. Vale, es una buena razón. ¿Te gustan los masajes?

-Que raro, como siempre me mantengo orgullosa y taciturna suelo caerle mal a la gente. No molo. Mejor, no me gusta ser una mole.
Sonrío.
-Por 100 años no me alcanzaba para comer, recién aquí hace un mes tengo de sobra. Soy la cenicienta moderna. Los zapatos son mi adicción.

-Sin comer, pero jamás estaré sin beber. Sangre claro está.
Le saco la lengua.
-Me aburre hacerte masajes.

-Tu eres mi campo de reserva, eso está más que claro.
Sonrío.
-Lamento decirte que tu eres el que se ha robado todos mis deseos, así que las ordenes son todas tuyas.

-Eres bueno como tu solito.
Me paro.
-¿Bailas?

Me acerco, coloco una mano en su hombro y tomo su mano.
-¿Quiéres que cante algo para entrar en clima?
Río.

Me movia con gracia, y seguía el ritmo sin esfuerzo.
-La agilidad es mi musa.
Apoyo mi cabeza en su hombro.
-¿Ahora debo esperar por mi príncipe encantado? Ah no, cierto que corrió espantado al verme.

-Me quedo con el talento natural. Peor tranquilo que todavía no fracasas.
Bromeo.
-De acuerdo sustituto, si me quedo un rato mas entrarás en mi menú.
Lo miro.
-¿Qué hacen los principes antes del "Y fueron felices por siempre" cosa que nadie cree?

-Que gracioso.
Ruedo los ojos.
-Voy a empezar a creer que no quieres besarme ¿Tan mal aliento tengo?

Seguí sus besos acercándome más a él. Acariciando su espalda.
-Te regalaré una grabación que grite Bésame, bésame como si fuera un orgasmo a ver si te gusta.
Río y lo vuelvo a besar.
-En serio debo cazar, sino no podré besarte.

-Claro claro.
Salgo.