La entrada del bosque [Zona de Rol]

Eres todo un poeta - Sonrío y luego, acabo riendo. Intento besarlo nuevamente pero sus dedos me lo impiden.

Escucho atentamente lo que me dice - No me arrepiento, no lo hago para encelar a Christian, lo hago para ser feliz - susurro - Para ser libre, es mi deseo. Y mi deseo, también es besarte ¿El tuyo? - Sonrío.

Me sorprendo con su beso, pero no me desagrada.Lo sigo con pasión, acercándome más a él. Mi deseo y el suyo era el mismo. Me queod atontada cuando me separa.

La responde, pero me deja una duda, que tal vez puedas responder - sonrío con picardía - Pero, ¿me quieres?

Continuo el beso, con la misma pasión que el demostraba, revolviéndole el pelo, mientras recorría con la punta de mi lengua la forma de sus labios.

No tengo más dudas - Digo entre susurros, algo agitada - Si fuera humana, estaría con un ataque al corazón - Sonrío mientras le beso el cuello.

No te dejaré escapar, aunque puedes volar a dodne quieras, te seguiré por tierra - Río por lo bajo.

Para de halagarme, deja las tonterías para los payadores, que tu no tienes pinta de uno - Le miro y sonrío - Soy solo una rubia de ojos celestes con la que estas embobado, abre los ojos porque en la tierra, soy un diablo.

Pego mi cadera contra la suya, paso mi brazo sobre su cuello, mientras que con el otrole acaricio la espalda lentamente - te quiero - Me acerco y lo beso nuevamente, con pasión bajo por su cuello, y vuelvo a besarlo en los labios, sintiendo su aliento dentro de mi.

No me muerdas, no quiero salir del infierno, si tu eres satanás - Murmuero mientras lo vuelvo a besar, Caminando hacia atrás quedándo de espaldas a un árbol. Tomo a Aegrom de la mano y lo atraigo hacia mi.

Enlazo mis brazos sobre su cuello atrayéndolo hacia mi, encerrándome contra el tronco. La última vez que me pasó no había sido bajo mi voluntad, pero esta vez si lo era. Beso su cuello, y finalmente en la boca, acariciendo su lengua con la mia.

Esto me quita el aire - Digo entre susrros, lo sigo besando, sintiendo cada curva de su cuerpo contra el mi.

Los besos a veces eran amables, otras veces agradecía el hecho de ser vampiro, dado que siendo humana hubiera muerto, pero todos con la misma pasión.

¿No te cansas de besarme? - Sonrío, besándole el cuello, suspirando contra su piel, posiblemente podia sentir el aire contra su yugular.

No lo dudo, pregunto por curiosidad - Sonrío mientras me paro y me siento contra el. Tomo su mano, la levanto y la beso. Giro mi rostro para verle a los ojos.

Me acerco despacio hacia su oído - No quiero que pares, eres libre - Sonrío, le murdo el lóbulo de la oreja, bajo hasta su cuello, finalmente subo buscando sus labios - no te olvides del beso de las buenas noches - Sonrío.

Lo beso - No intentaré suicidarme de nuevo, lo prometo - Sonrío - Ni tampoco asesinaré más árboles, palabra de niña exploradora - Río mientras me paro con su ayuda.

Cierro los ojos mientras besa mi cuello - Yo también te quiero - Cuando los abro, ya no está, Salgo.

Entro en el claro, el bosque parece muy frondoso así que decido quedarme allí, por miedo a perderme entre los árboles.

Cojo una margarita y la voy girando entre los dedos mientras me siento debajo de un arbol tarareando una canción.

Me levanto y decidida me adentro en el bosque.

Entro en el bosque, sin meterme muy hacia dentro.
me siento en una sombra que da un árbol

-Si.-Digo sonriendo.-Hemos llegado lejos, ¿eh?

Me rio.

Miro a Kitty
- No se te ocurra venir sola por aquí, es peligroso, podrías perderte - le doy un abrazo - Meygi, hay algún lugar donde me puedan dar piruletas?

Me rio al ver que le habla de neuvo a Kitty.

-No se... quizas en la cafeteria pero no me hagas mucho caso.-Digo encogiendome de hombros.