El Bosque [Zona de Rol]

Su respiración se agita, podía sentir su calor, el fluir de la sangre en sus venas era mayor. A la vez, mi deseo por el de incrementa. Sigo su beso, mordiendo su labio. Con mi dedo índice, recorro la forma de sus labios con extrema lentitud, aumentando la respiración de ambos. Sonrío cuando muerde mi labio y me dejo tirar al suelo. El queda sobre mi, arquedo mi espalda a modo de tocar su cadera con la mia, mientras entrelazo mis finos dedos en su pelo atrayéndo su rostro al mio.
-No podemos hacer esto aquí...
Gimo al sentir su calor, sus besos contra mi cuello, dejando mi cabeza hacia atrás para exponer más mi cuello. Mientras acaricio la palma de sus manos con un dedo, subiendo por sus brazos hasta su pecho. Sin dudarlo, desgarro su remera en menos de un segundo. Me safo de sus besos mordiendo su cuello, bajando por su pecho. Succiono, muerdo con cuidado. Me detengo y vuelvo a buscar sus labios. Me detengo y lo miro fijo.

Mientras muerdo su pecho, acaricio su torso con uno de mis dedos, siguiendo el diseño de sus músculos. Me detengo en su vientre, pero sin embargo mis dedos siguen bajando hasta detenerse en su cintura. Sentía su calor, y el posiblemente mi frío.
-Es cierto, no te saldrás con la tuya. Mi ego no me lo permitiría.
Siento sus manos sobre mi cadera. Sonrío mientras le muedo el labio inferior. Giro quedando sobre él. Comienzo a mover mi cadera sobre la suya de manera provocativa. Aumentando el deseo, por la fricción. Me agacho para poder morderle el cuello. Subo hasta sus labios besándole con cuidado. Recorro con la punta de mi lengua su mentón, siguiendo la línea de su mandívula hasta su oreja, muerdo su lóbulo y luego susurro.
-Si quiéres el resto, debes ganártelo.
Me paro y le miro desde allí.

Siento su mano contra mi cadera, doy un paso adelante uniendo nuestros cuerpos. Apoyo mi mentón sobre su pecho desnudo mientras con un dedo recorro su torso haciendo dibujos. Cuando llego a su vientre, cerca de su entrepierna voy más lento.
-La meta máxima, pero no hay que echarlo a perder abusando, tu lo dijiste.
Sonrío y le muerdo el cuello cerrándo los ojos mientras siento su calor placentero. Me separo unos centímetros buscando sus labios. Le beso, jugando con su lengua, mordisqueando su labio cada tanto.
-¿Qué harás al respecto?

Siento sus caricias, mientras acaricia mi pierna hago lo mismo con su nuca y su cuello. Me acerco cuando se aleja al besarlo para pasar mi fría lengua contra su piel. De vez en cuando me estiro, para alcanzar sus labios. Su mano en mi pelo eran un paraído. Muerdo mi labio con fuerza hasta hacerlo sangrar. Un hilo de sangre plateada corre por mi labio, bajando por mi cuello hasta perderse en mi blusa. Rozo el líquido comprobando lo que pasaba.
-No tendrás que esperar mucho. Te deseo en ambas formas, jamás lo olvides.
Acaricio lentamente su espalda mientras lo miro fijo.
-¿Qué calidad es mi sangre?

Continua con el beso hasta que muerde su labio y observa fascinado el color y la consistencia de su sangre. Se acerca hasta sus labios y después de respirar hondo para sentir el aroma desciende con su lengua por la linea plateada hasta entre medio de sus pechos. Alza la vista al escucharla y sonrie, asintiendo a lo que dice. -Puedo decir lo mismo.. mi lado asesino te mataria y yo te deseo como a nadie - recorre su pierna con las yemas de sus dedos, pasando por la entrepierna y volviendo a subir hasta su cintura donde se detiene. -No entra en los parametros de un adicto a la sangre.. lástima que te rehusas a sentir el aroma - sonrie de lado, relamiendose el labio donde aun quedaba algo de su sangre. -La mejor - agrega en un murmuro, mirandola.

Mi sangre era similar a la plata líquida. No puedo evitar un jadeo cuando noto como roza mi entrepierna. Su lengua contra mi piel, era irresistible. Con algo de cuidado, clavo mis uñas en su espalda, ante el placer de su contacto contra mi piel.
-¿Más que la sangre?
Digo entrecortada, pero sin dejar de sonar sensual. Recorro con mi lengua sus labios tratando de borrar mi sangre, haciendo que huelo al rozar su cuello con mi nariz para clavar la vista en mis pechos. Mi piel me ardía, psicológicamente hablando.
-Odio que seas tan irresistible.
Gruño para clavar mi mirada en él, le beso con intensidad acariciando su mejilla.
-Me voy de caza antes de matarte. Todavía tenemos algo pendiente.
Tomo su mano y la guio bajando desde mi cuello, bajando por la mitad de mis pechos hasta dejarla en mi vientre justo arriba de la entrepierna. Beso su línea de la mandívula hasta susurrarle en el oído.
-A ver si tu ego resiste...
Muerdo su lóbulo. Me acerco para morder su labio, atrayéndolo a mi. Me separo.
-Mañana te veo, zorro. Cuidado con las rubias.
Le guiño un ojo y salgo moviendo el culo como mejor sabía hacerlo. A modo de burla. Los dos nos quedamos con las ganas, la pregunta era realmente de que.

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*De repente,a medida que avanza ve a Zodiak con mal aspecto en el suelo.Corre a su lado y se arrodilla a su lado*

-¿Estas bien?*pregunta con evidente preocupacion*